Es difícil encontrar unidades en buenas condiciones para estos vehículos, pero si tienes la suerte de poder tomar el control de ellos, el viaje en el tiempo está garantizado.
La Serie III supuso un avance tecnológico notable para Land Rover. Las mejoras incluyen una caja de cambios sincronizada (incluida en la última serie IIA), mejoras en la suspensión, reposicionamiento de los instrumentos frente al conductor y, lo más importante: dirección asistida y frenos de disco para algunas versiones.
En cualquier caso, estamos ante un vehículo anterior a los ochenta, una barrera que marca una gran diferencia en el mundo del automóvil, porque, desde entonces, el confort y la ergonomía empiezan a cobrar máxima importancia.
El cuadro de instrumentos ya no es metálico y, aunque el aislamiento térmico y acústico o las juntas son evidentes en su ausencia, se nota un cambio respecto a la serie II. Y lo mismo sucede con el liderazgo; No es un cambio radical, pero se adapta más fácilmente a sus peculiaridades que antes. En cualquier caso, no es un vehículo que vaya rápido, ni mucho menos. Mantener más de 60 o 70 kilómetros por hora como crucero no es fácil.
Suspensión dura, con ausencia total de dirección asistida y frenos de tambor, el III Serie 88 nos sitúa en otra era, en la que el conductor tuvo que trabajar duro para sacar el máximo partido al vehículo. Sin embargo, al volante y una vez familiarizados con las cuatro palancas, podemos estar felices de intentar mantener el motor en su rango ideal de revoluciones durante el mayor tiempo posible.
Si entendemos para qué sirve el vehículo y no lo consideramos un 4×4 moderno, la conducción es divertida y, poco a poco, notaremos cómo podemos ir con facilidad, no rápido, por las carreteras y autopistas vecinas, que son sus hábitat natural.
En condiciones normales de uso, tirando silenciosamente, se puede conformar con unos diez litros de diésel cada 100 kilómetros, pero si lo recogemos, aumentarán algo más. La caja de cambios, con toda la velocidad sincronizada, no sorprende y mantiene el carácter metálico de la serie anterior. Lo que menos nos gusta de estos coches son los frenos de tambor, que te obligan a conducir con mucha antelación y te dejan «exhausto» en caso de emergencia. La dirección mecánica es otro de los puntos que marca su época. Aprender a controlar el vehículo es un ejercicio que hace interesante la conducción.
En el uso todoterreno, no se trata solo de potencia y tracción. La habilidad y la simplicidad son típicas de los SUV clásicos; todo un mundo por descubrir.
Sin juntas ni plásticos que absorban el ruido y el calor mecánico, conducir en verano puede resultar complicado, pero el placer de conducir este vehículo no está en su comodidad, sino en su capacidad para hacernos retroceder en el tiempo. No se trata de la búsqueda del rendimiento, sino de domesticar a las bestias para que avancen por todo tipo de terrenos con habilidad y determinación.
Mejoras de campo
Estamos hablando de un todoterreno clásico, de buenas dimensiones, pero con grandes limitaciones de potencia y motor. Mejorarlo es relativamente simple: gemelos más grandes, más ballestas y flechas, ruedas de mayor diámetro … Pero la gracia del vehículo es que conserva su originalidad, ya que afronta sus limitaciones con técnica y destreza, haciendo que superar todos los obstáculos sea un desafío.
Cronología
1955. Se funda la empresa «Metalúrgica de Santa Ana» en Linares (Jaén).
1959. Comienza la venta del Land Rover Santana.
1974. Tres años después que sus homólogos ingleses, la serie III se introdujo en España.
Hoja de datos de Land Rover Santana Serie III
Motor: Escribe: Diesel, 4 cilindros En la red Viaje: 2.286 cm3 Alimentación: Inyección indirecta Poder maximo: 67 CV a 4.000 rpm Tuerca maxima: 142 Nm a 1.800 rpm Transmisión Tracción: conexión y reductor para el eje trasero, delantero permanente Cambio: Manual, 4 velocidades + overdrive frenos Delantera trasera: Tambores Dimensiones y pesos Mar largo y ancho: 3.600 / 1.650 / 1.750 mm Peso (MOM): 1.450 kilogramos Rendimiento y consumo Vel. Max. Querido: 100 kilómetros por hora Consumo: 10,0 l / 100 km Dimensiones estimadas Altura libre (AL) 23 cm Ángulo de ataque (ºA) 55 ° Ángulo ventral (ºV) 30º (150º) Ángulo inicial (ºS) 60º Profundidad de Ford (PV) 80 cm