El amortiguador es uno de los componentes más importantes de la suspensión de un coche, asegura la estabilidad en la frenada y en las curvas. Trabaja junto con los resortes controlando sus movimientos, de modo que el cuerpo no oscile y el resorte no llegue al final de su recorrido. Este componente es fundamental para la seguridad de las señales cuando llegue el momento de cambiarlas, y para saber en qué momento debes prestar atención al comportamiento de tu vehículo, así que vamos a los síntomas.
Fugas:
La fuga del líquido contenido en el amortiguador hace que éste pierda completamente su función.
Es fácil de diagnosticar, ya que el aceite se filtra y gotea a través del amortiguador.
Estabilidad
Si nota que su vehículo se comporta de forma diferente, por ejemplo, en las curvas parece resbalar y tiene tendencia a pasar directamente causando que usted reduzca la velocidad o frene (salida delantera, para un subviraje más técnico.), o peor aún, tiene tendencia a girar, los patinazos traseros causando que usted corrija la dirección (salida trasera, sobreviraje.) es una señal de que los amortiguadores ya no están actuando como deberían, si este comportamiento es frecuente, es porque ya no funcionan.
Ruidos y vibraciones
Fácil de notar, conduciendo a través de calles y carreteras llenas de baches o baches no sólo sentirá que el coche vibra, sino que también notará un ruido seco de algo que se está estrellando. El amortiguador ya no controla los movimientos de la suspensión y late al final de su recorrido, en este momento sólo actúan los resortes.
Rebote de ruedas: Este síntoma es simplemente descarado, incluso bromeo cuando estoy en la calle porque siempre veo coches con los amortiguadores caducados. Es simple, cuando el vehículo pasa por irregularidades la rueda «rebota» debido a la ausencia del amortiguador, sube y baja muy rápido, es muy fácil porque llama la atención al ver la rueda vibrar. Pida a un conocido suyo que le acompañe y preste atención a las ruedas durante los pasos irregulares.
La vida útil de un amortiguador es muy variable, dependiendo de las condiciones en las que el vehículo se desplaza y también de su solicitud de carga, por ejemplo, si se camina con frecuencia con el vehículo cargado, el amortiguador pronto dejará de funcionar.
Los fabricantes de automóviles establecen algunos plazos, cifras como 30.000 y 60.000 kilómetros son comunes, pero como ya se ha dicho, este número puede variar.
Consejo: Para saber si su amortiguador ya está «muerto», colóquese en un punto del vehículo más cercano y empiece a empujarlo hacia abajo, el amortiguador en buen estado en el segundo empujón se opondrá al movimiento. El amortiguador del final de la vida útil empujará fácilmente el vehículo varias veces, y la carrocería del vehículo seguirá balanceándose incluso si no empujas más.
Ahora ya sabes, siempre cambia tus amortiguadores tan pronto como aparezcan los síntomas anteriores, no sólo por economía, sino por seguridad.